Desde las trincheras, con las bolas silbando.

Camina despacio. Intenta no hacer ruido. Párate y escucha. Quizá no estés solo y tras esas malezas esté lo que andas buscando. Se frio, permanece atento. No te distraigas o podría salirte caro. Ahora lo has visto. Es descuidado y se mueve. Muevete por su flanco, hacia él, despacio, sin perderle. Cuando cometa el siguiente fallo estarás allí para recordárselo.

miércoles, septiembre 20, 2006

Emboscada.

Nunca antes había hecho una emboscada. No hablo de esperar al enemigo agazapado y calentarle el lomo con un bolazo sin que te vea, no. Quiero decir una emboscada de verdad, organizada.

Entrenando el otro día pudimos comprobar la letalidad de esta maniobra gracias a nuestro estimado instructor Astur. Si bien fué provocada como ejercicio de entrenamiento a corta distancia, podría extrapolarse a una partida normal.
El asunto era el siguiente: un grupo tomaría posiciones muy bien camufladas a lo largo de un trecho del camino por donde se supone pasarían los enemigos. El hecho de camuflarse especialmente bien para que la emboscada no sea descubierta impide, por lo general, tener amplios ángulos de tiro, quedando reducidos estos a un pequeño embudo a través de la maleza. Así pues la libertad de movimientos en las posiciones encubiertas son reducidas también, pudiendo se un problema el moverse en caso de ser descubiertos.

Pues bien, a lo largo de un trecho de unos 20 metros nos dispusimos cuatro elementos con muy malas intenciones, bien agazapados. Yo era el primero que vería a los enemigos, mientras avanzarían por el camino introduciéndose en la emboscada, depués dos elementos más batirian el camino y por último el cuarto componente en la posición más alejada es el que abriría fuego primero. Cuando los enemigos llegasen a él ya se habrían metido la mayoría en la emboscada y todos tendríamos alguno a tiro.

Los planes más o menos se cumplieron. Ví pasar a todos los integrantes de la patrulla enemiga hasta perderlos de vista. Cuando empezó el tiroteo el caos cundió entre los enemigos y el elemento de retaguardia suyo retrocedió cayendo en mi línea de tiro.
Una maniobra rápida y eficaz, aunque planificada, que me deja varias conclusiones:
- Una emboscada bien llevada a cabo apenas deja margen de respuesta, siendo rápida y letal.
- Una manera de minimizar sus efectos es mantener una buena distancia entre los elementos que avanzan. Cuanto más juntos vayan menos posibilidades de salir de ella tendrán.
- Una vez dentro de una emboscada en airsoft es casi imposible dar una respuesta prediseñada debido al caos que se genera, debiendo salir cada cual haciendo uso de su iniciativa y sus dotes de supervivencia. Si puede.