Turismo airsofteril; Deutschland

Una de las actividades más enriquecedoras es viajar.
No solo en la faceta de conocimiento geográfico y cultural sino también en el aspecto íntimo, como una experiencia enriquecedora en lo que a la forma de ver la vida respecta.

Viajar nos permite salir de nuestro mísero terruño y ver, conocer y saborear otras culturas y gente.
También nos da la oportunidad de ver desde fuera lo que tenemos aquí dentro, dandonos cuenta, en la mayoría de las ocasiones, cuan patéticos parecemos con nuestros problemas nacionales y cuan simples son estos vistos desde fuera.
A su vez nos da la oportunidad de aprender a valorar lo que aqui tenemos y yo personalmente, con el tiempo, he hecho mía la frase de "cuanto más salgo de mi pais más me gusta España".
Pero bueno, no me voy a enrrollar más con la filosofía.

En el año 2003, en invierno, realicé un viaje de ocio a Alemania. Mi intención era visitar Berlín, Dresden, Leipzig y Fraiberg, estas tres ultimas ciudades en la mitad este de Alemania.

¿Que os puedo decir de la monumental Dresden, a orillas del Elba? Con sus edificios en que cada centímetro de piedra es una obra de arte, en cuyas callejas se escucha música zíngara y se saborea la historia. Aquella Dresden que fue reducida a una ciudad fantasma, sin edificios en pie y con las calles llenas de cadaveres, por los bombardeos masivos a los que fue sometida por la RAF en la recta final de la Segunda Guerra Mundial.
¿Y que contaros de Leipzig con su casco antiguo medieval y sus edificios de piedra? Esa ciudad donde nació Wagner y en una de sus iglesias, la de San Nicolas, tocaba el órgano Johannes Sebastian Bach. Esa ciudad que fue testigo de la primera derrota de Napoleón.
¿Y de la humilde Fraiberg? Con sus kilómetros de galerias mineras, su pueblo con casitas típicas y el museo que alberga miles de minerales recolectados a lo largo de siglos por todo el mundo.

Pero como habreis observado dejo para el final Berlín.
Esta ciudad tiene connotaciones lo suficientemente evidentes para cualquiera. Connotaciones que nos llevan a la historia reciente, por todos conocida, y es por ello por lo que no me extenderé mucho más.
En todas y cada una de estas ciudades quedaban restos y vestigios que, unas veces hechos monumentos y otras veces meros recordatorios que todavía perviven intactos, quedan como muestra de la barbárie, la destrucción y el caos.
Alemania a aprendido a dejar recordatorios, con evidente intención didáctica, de lo que sucedió y como fueron empujados a ello. .
En otros paises simplemente borramos los recuerdos que no nos gustan.

Locos son aquellos que piden la guerra por cualquier motivo, pues desconocen lo que trae consigo.

Otra vez filosofía.
Ya la dejo, ya.

Berlín.

Antes de viajar a Alemania decidí aprovechar el viaje y adquirir ciertos artículos relacionados con el airsoft, como eran uniformes y equipamiento variado. Asique para ello busqué foros de airsoft alemanes, en concreto de Berlín, y dejé varios mensajes en distintos foros con idea de que algún amable boche me brindase las direcciones de tiendas donde poder pasar una buena tarde de "trapitos" por Berlín.
No solo me dieron direcciones sinó que además un airsoftero berlinés de un pequeño grupo se ofreció, junto a cuatro compañeros, a acompañarme a las tiendas.

He de reconocer que durante algún tiempo dudé si aceptar la oferta o no. ¿Y si había topado con algún grupo de fans de "Village People" con inquietantes intenciones? ¿Y si me metía en una cita a ciegas con robustos nórdicos hambrientos de amor hispano?
Pero por otro lado la ayuda nativa, en lo que a comunicación con los tenderos berlineses refería, era muy golosa.
Asique tras varias sesiones de MSN y visitas a su web me decidí a aceptar la oferta.

Los chavales eran muy majos. No superaba ningúno los 20 años y la verdad que no parecian alemanes en cuanto al estandar al que estamos acostumbrados. Menos uno todos eran más bajitos que yo y ninguno era rubio. Vaya timo.
Afortunadamente uno de ellos hablaba a la perfección inglés por lo que pude entenderme bastante bien, a la par que me daba cuenta de la precariedad de mis dotes políglotas.
Decidimos ir a visitar algunas tiendas de las muchas que hay en la ciudad.

Tras pasar una tarde de charla por cuatro tiendas de militaria bastante bien surtidas en lo que material de la Bundeswehr se refiere me enteré de la situación del airsoft por aquellos lares;
las aegs automáticas estaban prohibidas y jugar una partida fuera de casa suponia que la policía podía requisar todas las réplicas. Es por ello que jugaban de forma realmente clandestina en edificios viejos o en zonas rurales alejadas.

En lo que respecta a las tiendas que visitamos dos de ellas eran casas bajas, lejos del centro, al estilo de viejos almacenes gestionados por viejecitos canos y amables.
Las otras dos estaban muy bien situadas y eran modernas, llenas de ropa nueva y gestionadas por robustos germanos, rapados al cero, de porte más bien nacionalsocialista.
Estos tenderos estaban más preparados y hablaban inglés, peor que el mío pero algo es algo. Además el trato fue bastante bueno y más teniendo en cuenta su apariencia y que yo era un hispano. Sospecho que era porque iba bien acompañado.

El surtido de material de todas las tiendas era magnífico; tenian de todo en material de la Bundeswehr, nuevo y usado, y en lo que refiere a militaria en general la oferta era inmensa, desde artículos de la segunda guerra mundial hasta militaria actual alemana, americana, inglesa, rusa, etc..

Me pareció bastante curioso que en Berlín hubiese tantas y tan bien nutridas tiendas de militaria mientras que aquí, en Madrid, apenas tengamos una tienda decente donde comprar artículos de militaria, y más bien caros.

Y así me traje un uniforme completo en flecktarn por 10 euros, otro en wüstentarn (que otros llaman equivocadamente tropentarn) por 40 euros y algún que otro artículo de militaria.

Menos mal que no llevé mucho dinero porque sino me lo hubiese gastado todo.



Tchus!